lunes, 22 de marzo de 2010

Darth Vader compartió escenario con el Flamenco

Tomado de Vuelta en U

Cualquier encuentro relacionado con la saga de Star Wars (La guerra de las galaxias) parece estar predestinado al éxito. Bueno, por lo menos eso es lo que se deduce del abarrotamiento popular vivido en el lago de La Sabana este domingo 21.

El cierre del primer fin de semana del Festival Internacional de las Artes 2010 (FIA) tuvo dos conciertos de lujo. A las 6:36 p. m., la entusiasta Orquesta Sinfónica Nacional acicaló sus partituras con los artilugios del buen John Williams, famosísimo nombre de la música para la gran pantalla. Del segundo concierto hablamos más abajo, no se apresure…


Por casi hora y media, los músicos nacionales estuvieron dirigidos por el puertorriqueño Rafael Enrique Irizarry, invitado especial para esta galáctica ocasión.

El repertorio de la noche no podía haber empezado mejor: los famosos redobles de la Twentieth Century Fox inauguraron la velada, acto seguido un narrador introdujo la sesión de melodías espaciales explicando la importancia de las composiciones de Star Wars para la historia musical y el siglo XX.

Al ritmo de las espadas láser

Algunos fanáticos de la saga de George Lucas entraron en desesperación, y con chiflidos pedían que comenzaran a sonar los instrumentos… no hubo que esperar mucho para que eso sucediera.

El tema que acompaña los créditos del principio de cada película fueron el siguiente plato sobre la mesa; más adelante sonaría la popular melodía de la cantina y otras composiciones menos legendarias, pertenecientes a la segunda parte de la saga… o más bien a la primera, que comenzó en 1999.

La exquisita intepretación de la orquesta siempre estuvo en primer plano, pero además se acompañó de proyecciones con imágenes de las históricas películas… y no solo eso, también de personajes que, en carne y hueso, aparecieron sobre el escenario.

Los fanáticos más fanáticos: esos que tienen sangre de jedi o de sith, tuvieron su noche y es que la Legión 501 y la Legión Rebelde, ambas integradas por ticos, sacaron a relucir sus vestimentas de storm troppers (soldados imperiales), de Darth Vader, de Leia, de Yoda, de oficiales de la Estrella de la Muerte y de otros jedis. Los aplausos vinieron con justicia.

Después de tocar la infaltable Marcha Imperial, y temas dedicados a personajes como Leia, Anakin y Jar Jar Binks, la orquesta se despedía, eso sí, sin dejar pasar la oportunidad para que Irizarry se autocumpliera un sueño: cambiar la batuta por una espada láser verde y dirigir así la última pieza de su participación.

“Que la Fuerza los acompañe”, dijo el narrador José Manuel Aguilar para despedirse.

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